La mayoría de los niños que ejercen algún tipo de trabajo incursionan no por elección personal sino porque son inducidos por sus padres, debido a la situación económica que dentro del hogar se vive, esta es la razón que lleva a muchos niños a dejar a un lado actividades primordiales como la educación y la lúdica. Pasando a tener responsabilidades tales como la alimentación, vestido, servicios etc.
En ocasiones los niños trabajadores reemplazan a uno de los dos padres que han dejado el hogar, otros son niños que se ven obligados a responder por sus hermanos menores, siendo responsables de más de cinco personas.
En algunos casos son los mismos adolescentes o niños quienes abandonan sus casas debido al maltrato físico que en sus hogares se vive. La mayoría de estos hogares son familias rotas o descompuestas donde lo único que se busca es la supervivencia, sin importar lo afectivo, ni la unión que los niños necesitan para prepararse para enfrentar el mundo adulto.
Lamentablemente en la mayoría de estas familias los menores conviven con adultos entregados a las drogas o al alcohol además, de las agresiones sexuales a las cuales se ven sometidos, estas familias generalmente vienen de estratos bajos o de zonas marginadas donde no se le brinda al niño ninguna garantía por lo que a veces se ven evocados a convertirse en delincuentes y “poder vivir mejor”.
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